La incidencia de las enfermedades e infecciones de transmisión sexual (ETS e ITS respectivamente) como la sífilis, la gonorrea y la clamidiasis va en aumento en todo el mundo. Pero casi no están presentes en los medios. Aprovechando el Mes de la Concientización sobre las Enfermedades Sexuales, explicamos por qué la educación sobre estas enfermedades es tan importante.
Las cifras publicadas por el Robert Koch Institut de Berlín son preocupantes. Durante muchos años, el número de nuevos diagnósticos de VIH fue estable, pero desde 2012 ha comenzado a incrementarse de nuevo. En Alemania, aproximadamente 3200 personas sufrieron infecciones por VIH en 2015. La sífilis, una enfermedad que se consideraba casi erradicada hace casi veinte años, se diagnosticó 6834 veces en 2015, un aumento del 149% desde 2009. Las infecciones gonocócicas también van en aumento: En Sajonia, su incidencia se incrementó diez veces entre 2001 y 2014 (Fuente).
Las infecciones de transmisión sexual son un problema creciente en muchos países. De acuerdo con la OMS, más de 1 millón de personas sufren diariamente una infección por transmisión sexual en todo el mundo. Las más frecuentes son la sífilis, la gonorrea, la clamidiasis y la tricomoniasis. Cada año, se producen aproximadamente 357 millones nuevos casos por una de las siguientes ITS (Fuente). Las observaciones también confirman una alta prevalencia de otros patógenos de transmisión sexual conocidos (más de 30), como los micoplasmas o el VPH.
Uno de los motivos de este aumento es la estigmatización de las enfermedades sexuales, que todavía se consideran un tabú incluso en los países industrializados. Esto lo convierte en un tema del que se habla poco en el ámbito social, lo que a su vez reduce el miedo a la infección y, en muchos casos, la necesidad de utilizar una protección adecuada.
Muchos de los casos no se diagnostican.
La situación empeora debido al hecho de que la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual cursan sin síntomas o solo con síntomas leves, de forma que la infección a menudo pasa inadvertida. Esto incrementa el riesgo de transmisión. Además, las infecciones no tratadas pueden provocar daños en los órganos, cáncer, infertilidad y, en mujeres embarazadas, diversos daños al feto.
Por estos motivos, es de vital importancia aumentar la concientización sobre los riesgos y la detección precoz de las infecciones. Una vez diagnosticadas, todas las enfermedades de transmisión sexual se pueden tratar con buenos resultados. Sin embargo, el aumento en los patógenos resistentes a los antibióticos en todo el mundo sigue siendo problemático. Muy pocos antibióticos son efectivos para los gonococos, por ejemplo.